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martes, 11 de enero de 2011

Humor!



CHISTE 1: ¿En que se parecen los mejillonitos y los calcetines?
Pues que los mejillonitos son molusquitos y los calcetines “me los pongo y melusquito”.

CHISTE 2: Un hombre entra en una panadería dice:
¿Me da una barra de pan y si tiene huevos una docena?
y va el hombre y se fué con doce barras de pan.

Oportunidad de promoción interna en la empresa.
Querida el jefe me pidio que lo acompañara a pescar, iremos con importantes clientes y estaremos fuera una semana. Esta es la oportunidad que estaba esperando para mi promoción.
Puedes por favor hacer la maleta con ropa suficiente para una semana, mi caja de pesca con los anzuelos y la caña de pescar?. Los pasaré a buscar por la tarde cuando me vaya al aeropuerto. ¡Ah! se me olvidaba, mete también mi pijama azul de seda.
La esposa empieza a pensar y encuentra muy extraño que necesite un pijama tan delicado para ir de pesca, pero como buena esposa hace lo que el marido le pidió.
Una semana después vuelve el marido muy contento, aunque cansado.
La esposa le pregunta:
¿cómo estuvo la pesca?
Y el le dice:
Uff! Pescamos todo, no dejamos truchas para los demás.
Pero, por que no metiste mi pijama azul de seda en la maleta?

Entonces ella responde:
Pero si lo hice mi amor ¡estaba en la caja de pesca! …

CHISTE 3: Esto son 2 amigos, Blas y Jordi
  • Blas de dice a Jordi:
    - Oye Jordi, tengo un truco para comer gratis.
  • Jordi le responde: ¿¿Collons!! cuéntame como lo haces.
Entonces Blas le explica como lo hace:
Pues voy a un restaurante bastante tarde, pido un entrante, plato principal y postre y para finalizar aprovecho para fumarme un buen puro acompañado de un buen coñac y el cafe y espero a que quieran cerrar.

Como ni me muevo, cuando ya recogen las mesas, ponen las sillas sobre estas y empiezan a barrer, viene el camarero y me dice si le puedo pagar que ya van a cerrar. yo le respondo:
- Pero si ya le pagué a su colega, el que se fue antes.
- Es así de simple.
  • Jordi le dice
    - ¡Genial! ¿Probamos mañana?
  • Ok, le contesta Blas.
La noche siguiente los 2 amigos van al restaurante y piden como de constumbre, primero, segundo, postre… Llega el momento de cerrar y se acerca el camarero, les pregunta si le
pueden pagar.
Blas le responde:
  • - Pero como pagar, si ya le hemos pagado al camarero que acaba de largar hace un rato.
  • Y Jordi añade:
    Ademas desde hace un rato estamos esperando el cambio de los 100 Euros.

Vinos Para Acompañar Maríscos Y Pescados

 Aunque la mayoría de las veces resulta perfecto los blancos, no siempre son los vinos para acompañar maríscos y pescados más acorde, ya que en caso de pescados como el salmón los vinos tintos jóvenes acompañan muy bien, depende del tipo, de la salsas o ingredientes con los que esté cocinado ese pescado de modo que, éstos son algunos consejos para no equivocarse.
Vinos Para Acompañar Maríscos Y Pescados
Para los pescados en fritura se prefieren vinos elaborados con la variedad palomino, para el lenguado y el rodaballo en elaboraciones sencillas, son recomendables blancos frutales y aromáticos, albariños o sauvignon blanc, por ejemplo, con salsas de mantequilla, combinan muy bien el chardonnay, verdejo, o viura, fermentados en barrica, si los pescados están elaborados con limón o naranja, casan muy bien con riesling o algún muscat seco, el salmón y el bonito, el atún o el bacalao, maridan muy bien con vinos tintos jóvenes, los salmonetes, con tintos jóvenes y algún rosado corpulento de Merlot, los pescados ahumados casan muy bien con el vino chardonnay fermentado en barrica, al igual que un buen vino rosado o tinto joven,
en el caso de los maríscos, la langosta, en elaboraciones sencillas o con salsas a base de mantequilla, irá muy bien con un chardonnay fermentado en barrica, las ostras con vinos espumosos secos, sin olvidar los excelentes vinos blancos de Galicia, los crustáceos casan bien con riesling, gewürztraminer, verdejos o blancos de Alella, con el pulpo combinan tintos jóvenes poco tánicos y con cierta acidez.

Curiosidades: Què comen nuestos presidentes


A quienes piensan que los jefes de Estado tienen gustos gastronómicos complejos e imposibles de descifrar, les decimos que los mandatarios son más fáciles de complacer a la hora de la comida que un voraz muchachito de 15 años. La mayoría de los gobernantes de América latina y el mundo eligen un buen pollo asado o abundantes fideos a la crema antes que cualquier plato complejo y minimalista. Aquí les contamos cuáles son los manjares preferidos de ocho presidentes.

1. Evo Morales toma la sopa

El presidente de Bolivia, que hace unos días acusó al pollo y a la Coca Cola de generar homosexualidad y calvicie, tiene pasión por una buena lagua de maíz jankakipa, una suerte de sopa autóctona que lleva harina de maíz amarillo, carne vacuna o de gallina, ají colorado, papas, arvejas, zanahorias, orégano, perejil y especias.

2. Hugo Chávez ama a un roedor

El mandamás venezolano es fanático de la carne del roedor más grande que existe sobre la Tierra, el Capibara, también llamado Chiguire. Cada vez que Hugo Chávez viaja a otro país, la comitiva de recepción sabe que el mejor agasajo posible es prepararle esta carne de roedor guisada, muy consumida en el país bolivariano.

3. Cristina y una pasión: las mollejas

La primera dama argentina tiene una pasión especial por las mollejas a la parrilla, aunque trata de medirse para cuidar la silueta. Hace unos meses, Cristina Fernández de Kirchner también alabó la carne de cerdo y afirmó que su ingesta mejora la actividad sexual. "Es mucho más gratificante comerse un cerdito a la parrilla que tomar Viagra", dijo.

4. Pepe Mujica, con la pizza a todos lados

Los platos preferidos del presidente de Uruguay en general pasan por las manos de su mujer, Lucía Topolansky, que le cocina pizza a cualquier hora del día, pero también pascualinas, pasteles y empanadas. Según la esposa del "Pepe", nunca falta un vinito en la mesa de los Mujica.

5. Lula da Silva: ¡Comida!, pero con cachaça

Nadie ha podido descubrir cuál es el platillo preferido del presidente de Brasil. Sin embargo, en una entrevista reciente, cuando se le preguntó cual era su comida favorita, Lula respondió en consonancia con sus orígenes humildes: "¡Comida!". Lo que sí es de público conocimiento es que lo vuelve loco la cachaça. De hecho, un corresponsal del New York Times en Brasil desató un reciente escandalete cuando lo acusó de ser "demasiado" aficionado a la bebida.

6. Felipe Calderón: carne asada

El presidente de México no tiene dobles sentidos cuando se trata de comer. Su plato preferido es la carne asada y su bebida el tequila blanco. Su comida chatarra favorita son los cacahuetes salados. Ahora, si lo quieren agasajar, no le sirvan jamás hígado ni menudencias, ya que lo ponen de pésimo humor.


7. Alan García: arroz con pato

Nada de combinaciones extrañas para el hombre que rige los destinos del Perú. Alan García sólo pide un platillo cuando llega el momento de la cena: arroz con pato. Quienes lo rodean lo han visto ingerir cantidades industriales de esta comida.

8. Obama se pierde por el fast food

Cada vez que su agenda le deja un hueco, el líder del país más poderoso del mundo cruza la calle y se va a comer una hamburguesa con alguno de sus colaboradores. Entre los platos preferidos del presidente de Estados Unidos figuran también los huevos revueltos, hash browns (papas y cebolla doradas en la sartén) y salchicha o tocino.

9. Rafael Correa: arroz y cebichito

El presidente de Ecuador tiene un gusto bastante variado a la hora de sentarse a la mesa. Adora el arroz con menestra y chuletas -una comida tradicional de ese país-, aunque también se suele emocionar si lo sorprenden con un seco de pollo y cebiches con mariscos bien curtidos en limón.

10. Fernando Lugo: vori vori de gallina casera

El presidente de Paraguay pierde la cabeza cuando le ponen adelante un vori vori de gallina casera, una sopa tradicional guaraní que lleva presas de pollo, cebollas, pimientos, tomates, comino y curry. La creencia popular paraguaya es que un buen vori vori cura cualquier resfrío

Protocolo para comer mariscos

- Ostras. Cuando se sirven ostras u ostiones éstos se degustan con un tenedor especial que es delgado y tiene tres "dientes".
- Alcachofas. Éstas se toman con los dedos, y se lleva hoja por hoja a la boca, sólo se come la parte interna raspándola con los dientes. Al llegar al corazón, éste se limpia y come con el tenedor. No es correcto masticar las hojas y después escupirlas en el plato .
- Los espárragos. Se pueden comer con los dedos; si son demasiado largos, se parte la punta con el tenedor y se lleva a la boca. El resto se come con la mano derecha, dejando la parte más dura en el plato.
- Langosta y cangrejo. Se toman con la mano izquierda y con la derecha se arrancan las patas y las articulaciones, se parten las patas con pinzas especiales y se retira la carne con un tenedor pequeño. Tome en cuenta que una langosta o cangrejo son frutos de mar muy apreciados no sólo por sus carnes finas sino también por los años que requieren para adquirir un tamaño regular.
- Aceitunas. Se llevan a la boca con el tenedor y el hueso se retira de la boca con el mismo tenedor (en caso de que hubiera. Lo mismo se recomienda con las espinas del pescado). Cuando las aceitunas no son componente de algún platillo y se sirven como botana, pueden tomarse con la mano o un palillo o trinche para botana y retirar el hueso de la misma manera con la mano.
- Pan. Si se coloca entero en la mesa, se parte con la mano a la mitad, sobre el plato individual y después se siguen partiendo trozos pequeños, uno cada vez, para llevarlos a la boca. Esto no debe hacerse con cuchillo. No es correcto quitar la miga al pan, lo más adecuado es comerlo completo.
- Caviar. Siempre se presenta en cantidades reducidas cuando es auténtico, ya sea gris o negro. En cualquiera de los dos casos, se toma con una cucharita (pequeña y de concha nácar, de preferencia) y se deposita un poco en el plato; después se unta en pequeños trozos de pan con mantequilla conforme se va comiendo. Para aderezarlo se puede añadir cebolla picada, huevo cocido también picado y unas gotas de limón.
- La ensalada. Cuando llega a la mesa, ya debe estar preparada con su aderezo. Se come sólo con el tenedor, a excepción de la ensalada César que viene con las hojas de lechuga completas y deben partirse. También en el caso de las que incluyen trozos de carnes se recomienda el uso del cuchillo y tenedor.
- La salsa. Cuando se pasa alrededor de la mesa un jugo o caldillo después de haber servido la carne, deberá verterse el mismo sobre la carne. La salsa, que generalmente es más elaborada, debe servirse al lado para mojar cada bocado.
- Pollo o cualquier otra ave. En un día de campo y cuando es asado y no lleva jugos ni salsa, es correcto comerlo sosteniendo la pieza con una sola mano. En la mesa se debe siempre comer con el tenedor y el cuchillo.
- Elote entero. Hay que comerlo en forma circular, no a lo largo, se debe usar un tenedor especial para sostener los extremos. Sólo se puede servir así en comidas informales.

Receta: Sopa de Piedra

Ingredientes (2 porciones):
  • 1 langosta de 550 gramos (el peso puede variar)
  • 200 gramos de mejillón
  • 6 ostiones
  • 200 gramos de maíz pozolero
Para el caldo:
  • 1/2 taza de aceite de oliva
  • 2 cebollas troceadas
  • 3 cucharadas de ajo picado
  • 2 pimientos morrones amarillos troceados
  • fondo de pescado
  • sal
Preparación:
Calentar las piedras de río hasta que lleguen al rojo vivo. Calentar la cazuela de barro.
Poner a cocer el maíz pozolero con agua, hasta que el grano reviente y quede tierno. Reservar.
Freír con aceite de oliva la cebolla, ajo, morrones y jitomate. Agregar un poco de fondo de pescado. Moler y colar.
Poner a hervir con fondo de pescado. Sacar las piedras del fuego y colocarlas en un una cazuela de metal.
Cuando la olla esté caliente, poner la langosta junto con los mariscos, el maíz pozolero, y las piedras al rojo vivo acomodadas en la cazuela sobre los ingredientes.
Verter el caldo. Tapar la olla para lograr la ebullición al instante

Lo que NO sabìas de la langosta

 

Existen alrededor de 50 especies de langostas. Y si os comierais una langosta recién capturada y otra capturada hace 140 millones de años, no notaríais la diferencia: apenas han evolucionado. Y si bien ahora es todo un manjar que se paga caro, los primeros colonos de Nueva Inglaterra consideraban que las langostas no eran comestibles: sólo las servían para comer a los prisioneros o a los animales.
Una simple flexión de su cola les permite salir disparada a 5 metros por segundo. Algunas de ellas cubren distancias de más de 160 kilómetros anuales en busca de comida y sexo.
Resulta difícil determinar su edad. Muchas de las langostas que consumimos tienen más de 20 años, pero hay especímenes grandes como un perro labrador que viven en el fondo del océano durante más de un siglo.
Siempre que sus agallas estén húmedas, pueden respirar y por tanto sobrevivir hasta una semana fuera del agua.
Cada una de sus pinzas es diferente. Una sirve para pellizcar y desgarrar; la otra, más grande y fuerte, sirve para aplastar. Esta última pinza puede ejercer una fuerza de 450 kilos por 6,5 centímetros cuadrados en un elemento pequeño, como un dedo humano.
Para escapar de una pelea, pueden desprenderse de una extremidad usando un músculo especial situado en la base, pero dado que la sangre de las langostas fluye a través de sus cavidades corporales, no de venas, se desangrarán hasta morir si la herida no se cierra inmediatamente.
Las patas, las antenas y las pinzas pueden regenerarse, pero los ojos no.
Las langostas cocidas son rojas porque la cocción transforma las moléculas de las proteínas de la concha de manera que absorben todo excepto la luz roja, que se refleja

Como comer LANGOSTA

Recuerdo que la primera vez que me sirvieron una langosta en un restaurante tuve mis dudas de cómo comerla -todavía hoy las sigo teniendo- por esta razón he encontrado muy útil un vídeo sobre "cómo comer una langosta".

Hacen falta cuatro instrumentos: unas pinzas, una espátula, un plato para dejar las piezas de desechoi y conchas y obviamente una langosta cocinada. Suele ser frecuente que el restaurante o anfitrión haya realizado algunos cortes o incisiones para hacer más fácil la labor de comerse la langosta.

El vídeo (en inglés) contempla cuatro pasos a la hora de comerse una langosta:

Paso 1. Empezar por separar las pinzas del resto de la langosta. Posteriormente con las pizas romper la coraza recoger la carne con la espátula. Puedes comerla conforme la vayas sacando odejarla en el plato y comerla cuando hayas concluido la "recolección". Ve dejando las piezas vacias de carne en el plato aparte.

Paso 2: Las patas. Separa las patas de la langosta y sca igualmente la carne de la misma forma que con las pinzas.

Paso 3: La cola. Es hora de aprovechar la carne que hay en la cola.

Paso 4: La carne del cuerpo de la langosta. Haciendo cortes se peude retirar la concha entera. Recuerde que es comestible la carne y jugos que encontrará en la cabeza, aunque hay quienes prefieren no comerlos.

Una vez terminada la labor con los dedos es convenientes lavarlos con agua y limón que a tal efecto se suele poner en la mesa en una pequeña vasija.

Vídeo Cómo comer una langosta


VideoJug: How To Eat Lobster